Los concesionarios del transporte público de pasajeros de la Ruta 17, integrados en la organización Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) en la Ciudad de México, revelaron esta mañana que, al igual que el resto de sus compañeros, están cumpliendo los acuerdos a los que se comprometieron el pasado 18 de febrero, entre los que se encuentran la utilización de uniformes, tener las unidades limpias y observar conductas de servicio más empáticas con los usuarios.
Y a la par, en esta coyuntura de emergencia sanitaria, están haciendo un mayor esfuerzo económico para mantener la consistencia del servicio sin reducir el número de unidades, no incrementar el precio del pasaje y, sobre todo, cooperar con las medidas de prevención de riesgos para los pasajeros al sanitizar las unidades en los minutos antes de ser abordadas, además de brindar a los usuarios un poco de gel antibacterial.
Alberto Monroy, secretario general de la Ruta 17 acompañó esta mañana a sus compañeros del ramal que corre de la estación del Metro Tacuba a Tlalnepantla, Arboledas y Valle Dorado, y dijo que en esta derivación la afluencia de pasajeros ha bajado hasta en 80 por ciento, ya que recorren la zona industrial de Tlalnepantla, además de algunas zonas escolares de nivel universitario, que hoy se encuentran prácticamente sin actividades.
De acuerdo con el primer punto del acuerdo firmado por los transportistas y la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, los operadores “deberán portar de forma permanente el uniforme con el logotipo de la ruta o empresa donde presten su servicio, y participarán en los programas de profesionalización que incluyen áreas como capacitación y sensibilización en temas fundamentales de la agenda social”.
Monroy dijo que esta parte del acuerdo es la que están cumpliendo con el fin de recibir también, a cambio, que se cumpla la promesa de un incremento de tarifa o subsidio, además del bono de chatarrización para quienes busquen renovar sus unidades que, en este momento, por el impacto económico y la carencia de una tarifa técnica, es casi imposible poder comprar un autobús que cuesta arriba del millón de pesos.
El dirigente de los transportistas dijo que la tarifa mínima que requieren es de 10 pesos para prestar un servicio de primera, pese a que no se asemeja a los 12 pesos que cobran los usuarios en el Estado de México, mientras que ellos comienzan cobrando 5 pesos los primeros 5 kilómetros en una ruta que recorre 23 kilómetros.
La Ruta 17, comprometida también con sus trabajadores, mantiene también una campaña de higiene para la prevención del COVID-19, con una lona puesta en la lanzadera a la salida del Metro Tacuba.